miércoles, 23 de abril de 2008

Amores encuadernados

"Un día leí un libro y toda mi vida cambió"

Fué un día en el que cayó en mis manos un ejemplar que empezaba con las últimas palabras que acababa de leer. Ya no buscaría más, nos habíamos encontrado.

"Llevado por un instinto acerqué la cabeza a la ventanilla y por tanto a Canan, y vi que fuera había comenzado a llover. Al mismo tiempo besé los labios sonrientes de mi Canan como había visto en las películas, como se hacía en la televisión, como yo pensaba que se hacía, los besé con todas mis fuerzas, los besé con deseo y avidez, y ella se resistía, angel mío, los besé hasta hacerlos sangrar.

- No, no, querido -me dijo-. Te pareces mucho a él pero no lo eres. Él está en otro sitio…

(…) De los labios de la muchacha manaba sangre, dicen los libros en situaciones así y, en situaciones así, los protagonistas de las películas que habíamos visto volcaban mesas, rompían cristales y se lanzaban con sus coches a toda velocidad contra un muro."

Orhan Pamuk, "La vida Nueva"

Un día sin besos, de pétalos sin perfume, sin tapas precintadas. Sin rosa-rios, ni amar-gura. Un día más amando personajes literarios, a salvo, segura de que no me haría sangrar un beso, ni las espinas de una rosa, protegida, pero al alcance del filo de una delicada hoja de papel.