viernes, 25 de enero de 2008

¿Y tú qué hiciste?




Mi boina y el cigarrillo cayendo de mis labios. Era de noche, iba subiendo la Cuesta de Enero, de pronto lo vi a él, bajaba sonriente, con el cabello lleno de confeti y una estúpida sonrisa dibujada. Escondida tras mi sombra, dejé que sus pasos se fueran acercando. Bajo la farola sacó sus llaves, no estaba Clyde, pero ése era el momento. “No te muevas, no te haré daño, dame todo lo que tengas”, le susurré por la espalda. El muy idiota se giró, “Hombre, Cuaresma!! Cuánto tiempo!!”

Murió con los bolsillos del revés.

lunes, 21 de enero de 2008

Dias de enero


Perdonarás que te quite esta canción, sé que te la regalé, pero ahora la necesito yo. Me encantaba cantártela sin que tú lo supieses, mirando tus ojos por el retrovisor mientras despistado te embelesabas con las luces de la ciudad. Me apasionaba ese aire enigmático que te rodeaba, nos lo contábamos todo sin decirnos nada, a pesar de que en la distancia se atropellasen nuestras palabras.


Entré en tu vida, casi sin avisar, cuando todavía estabas confundido y lastimado. Me resulta fácil ahora ponerme en tu lugar y comprender muchas de las cosas que me sacaban de quicio. Es curioso que entonces me hiciese feliz escucharte, no sé muy bien quién ayudó a quién.


Poco importó que cada uno estuviese en su vida, fueron tantos los momentos que compartimos que permanece tu compañía sin importarme dónde estés. Puedo encontrar en esta canción y el mar la paz que necesito, como ese empujoncito que ahora me hace falta.


Era fácil perderse en tus ojos y soñar otras vidas en tu compañía, ahora debo retomar la mía, la que siempre me perteneció y no pude dirigir. Y aunque las heridas escuecen, sé que eso cura. No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.


Casi mejor… no te la quito, sólo la tomaré prestada, en espera de que alguien me la pueda dedicar en secreto, aún quedan días de enero.

Besos con sal,



domingo, 13 de enero de 2008

Una Mente Maravillosa

Hay pequeños genios a los que los libros de medicina se empeñan en catalogar como "enfermos mentales", nuestra sociedad todavía los asigna con etiquetas mucho más peyorativas que no citaré. Para mi son mentes privilegiadas capaces de vivir distintas realidades, sólo necesitan aprender a ajustar su realidad, que es una, la suya, a la "normalizada" y eso es posible con la ayuda de fármacos y siempre y cuando les dejemos un sitio en la sociedad, el suyo, el que no debería ser necesario tener que ganar. ¿Quién se cree tan cuerdo para poder llamar al otro "loco"?


Una cosa me he encontrado, tres veces lo diré...

Una mañana de verano, una cabecita amontonada sacó a pasear sus pensamientos en busca de paz espiritual, le faltó camino en la ciudad y sus pasos se perdieron hasta llegar a donde no supo encontrarse. Tras 32 horas perdido en la montaña, sin medicación ni alimento, deshidratado y quemado por el sol, volvimos a verlo con una sonrisa enoooorme. De aquella experiencia nos queda el recuerdo de las horas angustiosas que pasamos, un cartel de "Se busca" y este fantástico relato que me envió. Tratando de recordar el texto original ganó el Primer premio de un Concurso de Literatura. Rebuscando entre los cientos de cartas familiares que guardo... por fin lo encontré!!!


"En un lugar apartado, en ninguna parte, oscuridad la luna pintada de blanco llora, triste por dos almas tristes que no volverán. Al fondo un lago plateado, un cisne en sombras alardea su esbelto cuello, juncos verdes, cielo estrellado. Una corriente arrastra una rosa blanca, una rosa roja son tus mejillas. En sueños quedé dormido sobre la almohada de hierbas de enebro. Un sonido es el olvido del viento esperando, pensando en el baile último donde espabilaba la vela del sueño. Sueño, en mariposas con lunares negros, un jabalí sale corriendo, amanece, el cielo aterciopelado acaricia la luz del silencio, de pronto salta una liebre, tengo frío, la noche escarchada se ha anidado en mi cuerpo tembloroso. Lloro de alegría, por fin veo la luz, un camino que me llevará a la salida de este inhóspito lugar. Anoche, a varios kilómetros de este lugar vi luces de casas de pueblo, me acercaré. Tengo que salir de aquí, estoy perdido. Oigo voces en el exterior, retumban en mis oídos. Pienso salir de la laguna de juncos donde flotan dos rosas, una roja, otra blanca. Es otro día, el sol ya quema. Encuentro un camino, conduce solamente a la cima de una montaña. Tengo sed, enciendo mi último cigarro Malboro ¿Cómo salir de este laberinto subconsciente? ¿Qué será de mi familia? Veo un sinfín de lilos violetas, por fin mi alma se tranquiliza. Pienso en la suerte que he tenido al perderme en el monte del olvido, cada vez me cuesta más andar. Cada paso es el primero de una larga caminata. Me muero de sed, veo una roca que emana hilo de pura agua cristalina. Anoche estaba extraviado, hoy me acerco a las luces de una casa. Confuso, desorientado, en mi mente permanece la imagen de aquel jabalí, por suerte no me encontraron los lobos y perros salvajes. Pero mi peor pesadilla soy yo, mi mente me enreda entra las montañas, las subo, las bajo, cruzo zonas pantanosas. Mi cabeza estalla del sol que adora, lo tengo encima, me persigue. Esta vez veo rosas negras o quizás las confundo con el iris de tus ojos que penetran en mis sueños. Recuerdo aquellos bailes, larguísimos bailes y tus labios carnosos y rojos chocándose con los míos. Tengo ganas de verte otra vez. Poder agarrarme a ti, qué belleza! Eres roca natural pero tu interior es como una rosa de pétalos abiertos. En el aire acolchado de pensamientos inquietos, inocente mirada cuando me veo en tus ojos, esos ojos que ahora me llaman indicándome el camino. Tu luz es la luz de la salida de esta pesadilla sin sueño. Son sombras en el lago pero tu luz me indica el asfalto negro de una carretera, tu iris, tus pensamientos, has conectado conmigo. Tu silueta me envuelve, por fin veo señales de vida humana, una aparente fábrica de jamones. Cruzo la carretera y ahí estás tú, trabajando en la oficina. Tus ojos negros, tu airoso pelo. Me siento rescatado. Pobre de mí, estoy empapado. He salido del oscuro valle cuyo nombre no recuerdo. Me confundo de mujer, no eres tú, no hueles a pétalos de rosas rojas. Sin embargo, tu sonrisa me tranquiliza, recuerdo esa mirada, mirada de sorpresa ¿Será la chica que viajó hasta mis sueños? Mi cabeza bulle en mil pensamientos, me entran ganas de besarla, tímidamente le digo que me he perdido, pero fui hallado en sus sueños que me sacaron de la oscuridad, su sueño, el mío, se entrecruzaron. Le pido que llame a la Guardia Civil, soy un fugitivo de mi mente, esclavo de no poder olvidar. Un bello recuerdo, la misma imagen de aquella chica de Madrid que se clavó en mi corazón cuando yo, tonto de mí, me había enamorado de la persona equivocada.

Qué suerte tenemos los hombres, incluso en tus sueños más negros, las pesadillas de los insomnes, hay una luz blanca que te marca el camino a otra vida, la tuya propia, desde otro amanecer".
Juan Carlos M.

miércoles, 9 de enero de 2008

El Manuscrito Voynich


"El manuscrito Voynich es un misterioso libro ilustrado de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, el denominado voynichés.
A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas estadounidenses y británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial. Ninguno consiguió descifrar una sola palabra. Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica; pero ha alimentado también la teoría de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.
Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf, que viene a decir que en todos los lenguajes conocidos la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una palabra en un idioma más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en alguna lengua natural, ya que lenguajes artificiales como los élficos de Tolkien o el Klingon de Star Trek no cumplen esta regla. Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley. Es prácticamente imposible que el autor del manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada muchos siglos después, y por tanto que la aplicase a un lenguaje inventado por él.
El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale."
(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Voynich)
Después decís que yo soy muy críptica :-P
Tanto tiempo con este personaje... algo quedará de Audrey Tautou ("El Código Da Vinci")
¿Qué cómo va el desafío: "Me retiro a escribir un libro"?

lunes, 7 de enero de 2008

sábado, 5 de enero de 2008

No esperaba nada, soy republic-ana

Esta vez mi sentido del humor ha acabado en catástrofe. Me han regalado un libro. Qué guay!! Un libro!!! Pero no cualquier libro, no. Un libro moníiiisimo, rosa: la biografía de Agatha Ruíz de la Prada!!! Pueden reírse, sí, un drama. Disfruto leyendo todo lo que cae en mis manos, pero… cómo se come esto???!!! ¿No me podía haber tocado la versión colonia que es más llevadera???
Cachondeo a parte, me enorgullece ver cómo mi hija se deja sus ahorrillos comprando libros para todos, suspiro: “mi pequeña invirtiendo en cultura”, perdón, en libros. Me ha hecho una ilusión enorme! Lo dicho: no esperaba nada!
He aquí los culpables de tan “acertado” regalo: La Hora Chanante
Me consuela ver que no se decantó por el libro X de Madona, es mi video favorito de la Hora Chanante :S
P.D: Colonia también “me ha caído” mi niña es un soleteee

jueves, 3 de enero de 2008

Me retiro a escribir un libro

"No sabe (nadie puede saber) mi innumerable contrición y cansancio"