lunes, 11 de enero de 2010

La Bendición de Inés






Hay días que eres niña, que estás en el pueblo, otros vas al médico y buscas las llaves, pero hoy era día de boda.

Siento no haberte conocido antes y haber podido disfrutar de tus famosos guisicos. Disfrutar de las tostadas al levantarte y acostarme con tus buenas noches.

Eres un solete "de siempre lo has sido"

Te quiero, Inés.
Gracias por tu bendición, es un orgullo para mí que me hagas nieta.

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