domingo, 22 de julio de 2007

La playa

Busco refugio en mi encalado despacho de aires marineros donde la luz cegadora del día y el silencio me trasladan a Formentera. Hace tiempo que siento que el suelo se hunde y que navego en un barco que me balancea. El pasillo se alarga y me va meciendo, mi cocina se inunda de lágrimas y solo puedo quedarme inmóvil mirando por su escotilla.

Ya no puedo llorar más,

me pierdo en esta isla,

en busca de un faro que me guíe,

alimentándome de sol, sal y agua.




“¿Sabías que esta es la isla donde la luna esta más baja? Pues sí. Y eso solo lo sabemos unos poquitos en el mundo. Pero también es la isla del buen tiempo. Y la isla de los deseos, si te falta algo, las locas del fondo del mar te lo hacen y cuando lo tengan acabado te lo regalan. Sólo hay que tener cuidado con una cosa: los agujeros del suelo, aunque no importa mucho porque también es la isla donde nadie se muere. Por ejemplo, si te caes luego puedes elegir la vida que quieras o ser el personaje que mas te guste”

Fue aquí donde deseé que todo cambiara y aquí me devuelve la casualidad otra vez, entre estas aguas se encontrará perdida mi moneda, mi fresa, mi flor de hibiscus, mis miserias y MIS DESEOS.
“Este es un cuento lleno de ventajas porque al final habrá un agujero a donde te puedas escapar”.



2 comentarios:

Amelie Poulain dijo...

“Si tu me dejas, si me das tiempo...”

El tiempo necesario para que las heridas cautericen, las lágrimas afloren, las cosas encajen y todo vuelva a la “normalidad”.

Amelie Poulain dijo...

Quiero caerme en uno de esos agujerosss